Se está desarrollando en Nueva York el juicio por el intento de asesinato de Salman Rushdie, ocurrido el 12 de agosto de 2022, en el que el único acusado es Hadi Matar, de 27 años, quien apuñaló en varias ocasiones al escritor, causándole graves heridas.
En la última jornada del viernes 14 de febrero se exhibieron al jurado imágenes inéditas y estremecedoras del asalto que tuvo lugar en la Institución Chautauqua, en las que se ve al agresor vestido de negro y usando una mascarilla negra, mientras apuñala a Rushdie en repetidas ocasiones antes de ser inmovilizado en el escenario.
En los videos, grabados desde diferentes ángulos, se ve al autor de Los versos satánicos caer sobre el escenario luego de ser herido, muy cerca del atacante, mientras alguien grita: “¡Médico! ¡Médico! ¡Necesitamos un médico!”
Se ve a víctima y victimario rodeados por varias personas, mientras algunos sujetan a Matar y otros atienden a Rushdie; alguien lleva varias toallas para contener la sangre que mana de las heridas del escritor y otro eleva sus piernas a fin de que no siga desangrándose.

Según el testimonio de Rushdie ante el tribunal, recibió 15 heridas por apuñalamiento, una de las cuales lo dejó ciego del ojo derecho y otra que perforó la mano que levantó para defenderse. “Me estaba muriendo… Ese fue mi pensamiento predominante”, dijo, describiendo al mismo tiempo cómo veía la sangre caer sobre su ropa.
También se escucha una voz masculina que parece realizar una llamada al 911: “Alguien ha sido apuñalado gravemente… Han apuñalado a Salman Rushdie varias veces, en el escenario principal del anfiteatro”.
Luego las imágenes muestran a Matar siendo escoltado fuera del escenario mientras otras personas permanecen con Rushdie. “Dado lo que acaba de suceder, quisiéramos evacuar el salón”, dice una administradora de la Institución Chautauqua a la silenciosa multitud. “Si desean contemplar, meditar o rezar, se lo agradeceríamos”, añade.
Mientras los jurados del tribunal del condado de Chautauqua veían la presentación en un monitor grande, el acusado Hadi Matar mantenía la mirada baja, sin poder ver el video desde la mesa de la defensa, que se encontraba detrás de la pantalla.